20.3.10

Dejó que se fuera, lo vio partir sin mirar atrás. Suspiro. Le invadió el alivio, sintió que el peso en sus espaldas diminuía y sonrió. Le costaba trabajo comprender que había terminado, probablemente tardaría en adaptarse, pero ¡había terminado al fin! Camino a casa recordó como había llegado a ese momento, los pasos y decisiones que había tomado y cayó en cuenta que no tenía arrepentimientos. Sentía que podría haber cambiado algunas cosas, pero que jamás hubiera elegido saltearse esa parte de su vida. ¿Que hubiera pasado si lo hubiera hecho? Tantas alegrías de las que no habría gozado, tantas penas de las que no habría aprendido, ¿quien sabe que persona seria ahora? Alguien muy distinto por seguro. O quizás no. Quizás lo que la había llevado por ese camino había sido su forma de ser, su personalidad, su manera de mirar el mundo sin nunca permitir que este la sobrepase. Elegir el camino más corto y el premio más chico nunca fue una opción para ella, tal vez para muchos lo hubiera sido, era más saludable, más lógico, más racional, para nada instintivo. Lo más probable era que la siguiente vez hiciera lo mismo, estaba en su ser, no tenia suficiente autocontrol a punto de dejar de lado su lado pasional, por más practica y analítica que fuera. Pero sabia que esos extremos encontrarían un equilibrio, siempre lo hacían, algunas veces le tomaba un poco más de tiempo, eso era todo. Podía confiar en que seguiría adelante, de eso no le cabían dudas, y creía que con un poco de suerte podría ser muy feliz.

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